No; volver a quererte, qué locura,
qué cielo amargo me envenenaría
el ánimo, la sed, la noche pura
del sueño en que te vuelve a ver el día.
Qué bienaventuranza triste, dura,
es la de abrirme el pecho, tiranía
ardiente sin consuelo, flor oscura
espaciosa: clavel, soledad mía.
Frente de amor, ternura transparente.
No, sin cesar hacia el olvido: río,
niebla, isla, piedra, luna, esfera ausente;
ay, alto aire aterido, sin amigo,
primor inútilmente vuelto al frío,
a la memoria, sin nadie, contigo.
Ricardo Eufemio Molinari (n. 23 Mar 1898 Buenos Aires, Argentina – m. 31 Jul 1996)
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